Transporte Público en Mississauga

Nuestra relación amor/odio, o más amor que odio, con el Mississauga Transit comenzó como al mes de haber llegado. Les confieso que al principio tuvimos una gran resistencia de usar el autobús, ya que en Venezuela el transporte público es un sinónimo de pesadilla, además que para nosotros era etapa superada desde hace rato, ya que allá cada uno tenía su propio carro.  De hecho, no recuerdo que Sofía se haya montado jamás en un autobús antes de llegar a Canadá.

Al parecer en este país, una ciudad de mediano tamaño como la nuestra ya cuenta con su propia red de transporte, y en el caso de Mississauga está conectado con el GO Transit o sistema de autobuses y metro del GTA (gran área de Toronto). Desde aquí se pueden tomar rutas hacia muchas localidades vecinas como Oakville, Milton, Burlington, Brampton, Etobicoke y por supuesto, Toronto.

Porque amamos el Mississauga Transit?

  • Los autobuses son BELLOS, limpiecitos, los asientos muy cómodos, con aire acondicionado para los días calurosos y calefacción para el invierno. En casi todos existe un sistema que hace que el autobús descienda a la altura de la acera para facilitar el acceso a los  ancianos, niños, personas en silla de ruedas, coches para bebé y carritos de mercado. También tienen asientos abatibles para dar más espacio a estos últimos en el interior. Una grabación femenina va anunciado las paradas, así que es fácil saber dónde hay que bajarse y solicitar el stop a tiempo apretando un botón, o halando el cable amarillo que corre a lo largo de las ventanas.
  • Las rutas cubren casi toda las urbanizaciones y zonas de la ciudad. Existen también algunas «rutas express» que hacen muy pocas paradas ya que generalmente toman la autopista, y funcionan solamente en horas pico.
  • Son bastante puntuales y su esquema de horarios se puede consultar vía telefónica, en la página web MiWay  y también en los mapas de Google Maps. Nosotros usamos muchísimo éstos últimos, ya que según el día y la hora, ofrecen varias rutas posibles para llegar a la dirección solicitada.
  • Las paradas están bien señalizadas y algunas tienen asientos bajo techo. En todas hay un poste que anuncia el nombre y número de la parada, el nombre de la próxima, y el número teléfonico para llamar y consultar las rutas que pasan por allí y sus horarios.
  • En general, los choferes son amables. De hecho, tenemos una anécdota con una señora que manejó uno de los autobúses de nuestra ruta de las mañanas durante un mes. La señora TODOS los dias nos saludaba con una mega sonrisa y un entusiasmo contagiante. A Sofia siempre le decía «Good Morning Sweety» (Buenos días Dulzura). Era tan amable, que el día que se terminó su guardia en esa ruta se despidió de Sofía con un abrazo diciéndole que la iba a extrañar, y al bajarnos del autobús las dos lloramos como magdalenas porque no volveríamos a ver a «Sweety», como la bautizó Sofía… Si alguien tiene una historia difícilmente parecida con algún chofer de su país latinoamericano, por favor que la comparta…

Porque no lo queremos tanto, a veces:

  • Es costoso, y aunque sabemos que estamos pagando por calidad de servicio, igual cada dólar pega en el bolsillo. Los tickets solo se pueden comprar en paquetes de 5 mínimo.  Los 5 ticket para niños cuestan $11.25 y para adultos $13. Si no se tiene ticket, se puede pagar con monedas en el propio autobus, y esa tarifa es de $3.25 para niños y adultos.
  • A veces se atrasa o se adelanta, lo cual puede afectar nuestra transferencia al siguiente autobús, si debemos tomar más de uno. Si el primer autobús se atrasa, obviamente corremos el riesgo de perder el segundo. Si el segundo se adelanta, corremos el riesgo de que el primero no llegue a tiempo. Por eso siempre recomiendan elegir una ruta que tenga al menos 10 minutos para hacer la transferencia. Además, dependiendo de la epoca del año, si llegamos demasiado temprano a una parada puede ser que nos toque esperar con un frío inclemente o un solazo playero.
  • No siempre está disponible. Por ejemplo, los fines de semana, el número de rutas se reduce y las que siguen funcionando también reducen su frecuencia. Durante los días de semana, la frecuencia en hora pico puede ser de 15 a 20 minutos, pero en horas de menor tráfico puede ser de hasta 40 minutos. Esto personalmente me ha afectado, ya que para buscar a Sofia al colegio simplemente no existe una ruta para llegar a la hora correcta (o pasa muy temprano o muy tarde) así que decidí irme a pie y caminar más o menos 2km todos los días hasta el colegio.
  • Se acabó la espontaneidad. Si vas a salir a visitar a alguien o hacer alguna diligencia, pues no te vas a la hora que quieres sino a la hora que pasa el autobús. Cuando se acaba la visita en casa de los amigos, ya no se puede hacer muy larga la conversación de despedida, hay que decir chao-chao y a correr, que nos deja el autobús!

Ni siquiera voy mencionar las diferencias intergalácticas que tiene el sistema de trasporte de Mississauga con respecto al de cualquier ciudad de Venezuela, porque simplemente no hay punto de comparación.  Aquí agradecemos cada día contar con este tipo de facilidades, y saber que los impuestos que pagamos a regañadientes se reflejan en servicios como ése que tanto nos ayudan en nuestra vida cotidiana. Es más, hasta he pensado que cuando venga mi mamá, la voy a montar en la ruta 44 que va por toda Streetville, y que es uno de los paseos más bonitos por la zona histórica de la ciudad!

4 comentarios en “Transporte Público en Mississauga

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