Ciudadanía Canadiense: Cómo es la ceremonia de juramentación

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La notificación para asistir al acto de juramentación nos llegó el 9 de Febrero de 2016 via correo. Una carta por aplicante, con nuestros nombres, número de aplicación, código de barra, la fecha, hora y lugar de la ceremonia, y hasta un mapa de cómo llegar. La nuestra fué en el campus de la Universidad de Toronto en Mississauga, un sábado a las 8 de la mañana. La carta indicaba que podíamos traer invitados (pero tomando en cuenta que el espacio es limitado) y que podíamos traer nuestro libro sagrado (biblia, etc.) para jurar sobre él. También decía que debíamos llevar con nosotros los siguientes documentos: esa carta, un par de formularios anexos con nuestros datos y firmas, las tarjetas de residencia, los landing papers, los pasaportes y todos los documentos originales que estaban en la aplicación. Por supuesto, tuvimos que volver a preparar las tres carpetas para ese día.

Aunque no mencionaba sobre cómo debíamos ir vestidos, les comento que en sitio web del CIC pueden encontrar toda la información y hasta un video donde les cuentan todos los detalles. Allí mencionan que pueden vestirse como si fueran a una entrevista de trabajo (business attire), o también usar algo típico de su país. En la realidad vimos de todo un poco, gente joven que andaba en blujeans y chaquetas de invierno, señoras muy emperifolladas de vestido de gala y copete, solo vimos a una familia que parecía ser de alguna isla del caribe o país africano, usando los varones camisas coloridas y la señora un turbante a juego. Nosotros fuimos semi-formales y mi hija de vestido.

El día de la ceremonia llegamos a las 8.05 am. Se nos hizo un poquito tarde, y al entrar al recinto nos encontramos con una cola de más o menos cien personas esperando para registrarse. Solo había una funcionaria del CIC realizando el registro, el cual consistía en mostrar la carta, las tarjetas de residencia, los landing papers y los formularios anexos a la carta que ya debían estar al menos firmados. Nada mas. No pidieron revisar los sobres con los documentos originales. La funcionaria nos pidió nuestras tarjetas de residencia, que fueron a parar a una cajita donde estaban todas las demás. Nos entregaron un par de booklets con el texto en inglés y francés del juramento (la chuleta, pues) y nos indicaron el número de nuestro asiento, que también es el orden en el cual nos llamarían para entregarnos el certificado.

El proceso de registro se nos hizo eterno por la cantidad de gente, al final nos enteramos de que ese día se juramentaron 150 personas. Total, que la ceremonia comenzó más o menos a las 9 am, en un auditorio abarrotado de gente.

Como era de esperarse, la ceremonia fué muy protocolar. Primero, una de las funcionarias del CIC subió al podium para darnos la bienvenida y explicarnos la agenda del evento y las normas que debíamos seguir. Por ejemplo, una vez que el Juez de Ciudadanía entra el recinto, las puertas del auditorio se cierran y se espera que nadie entre o salga. Otro par de funcionarios estaría dando indicaciones de cuándo ponerse de pie o sentarse, y algo muy curioso: ellos deben vigilar comprobar que uno efectivamente está diciendo en voz alta el juramento. Si se sospecha que alguien no dijo el juramento, pues se le niega la entrega de su certificado.

Una vez que entró el Juez y se presentó, comenzó su discurso muy emotivo, donde hizo énfasis en lo que significa convertirse en ciudadano canadiense. Utilizó una metáfora que a muchos nos hace click: «es como dejar de vivir alquilados para ser ahora los dueños de la casa. Por supuesto tendrán más responsabilidades, pero también mayor sentido de pertenencia. » También hizo énfasis en tres conceptos: elección, oportunidad, herencia. Se refería al hecho de poder elegir el aplicar por el máximo estatus en un país del calibre de Canadá, la maravillosa oportunidad de poder dar este paso y aún más importante, como nuestra herencia cultural, nuestras raíces y gentilicio siempre nos acompañarán. Esto último lo dijo refiriéndose especialmente a aquellas personas que ese día estaban renunciando a su primera nacionalidad para convertirse en canadienses, ya que sus paises de origen no acepan la doble nacionalidad.

Luego del discurso, vino el juramento. Todos de pie, con el panfleto en la mano izquierda y con la mano derecha levantada, fuimos recitando las palabras con las que nos convertiríamos en ciudadanos canadienses. Por supuesto las dijimos en inglés y luego hicimos nuestro mejor esfuerzo de recitarlas también en francés.

Al final, todos aplaudimos, ondeamos nuestras banderitas canadienses, y nos abrazamos como familia. Luego volvimos a sentarnos a esperar que ahora si, uno por uno y en perfecto orden, nos fueran llamando a todos los presentes para recibir nuestros certificados.

Aquí vino la parte graciosa, donde la señora que llamada micrófono en mano a los nuevos ciudadanos, en su intento de pronunciar correctamente aquella gran variedad de apellidos de distintas nacionalidades, quiso simplificar el proceso tomando siempre el primer nombre y el último apellido del certificado. Si alguien se llamaba Fulano Pepito de Tal y Pascual, lo llamaba Fulano Pascual. Total, que en una de las ceremonias más importantes de nuestras vidas nos llamaron a todos con el nombre que no era…

Pero no importa, eso no le quita peso a nuestro añorado certificado de ciudadanía, donde si están escritos correctamente nuestros dos nombres y dos apellidos. De hecho, nos dijeron que si notábamos algún error, teníamos que reportarlo de inmediato.

Para cerrar la ceremonia, nos indicaron que ahora podíamos esperar 2 días hábiles para solicitar nuestros pasaportes canadienses.

(Yo ingenuamente pensaba que ya eso formaba parte de esta aplicación, pero no. Es una aplicación aparte, con su propia lista de documentos y por supuesto, con un costo adicional)

Además, nos dieron un regalo de bienvenida…  Se trata del Canada Culture Pass, una membresía que nos permite por un año visitar de forma gratuita museos, parques nacionales y atracciones especiales en toda Canadá.

Tiempo total de procesamiento

  • Comenzamos a preparar la aplicación en Marzo de 2015
  • Enviamos el paquete completo el 26 de Mayo de 2015
  • El AOR lo recibimos el 08 de Agosto de 2015
  • La notificación para tomar el test de ciudadanía y entrevista, nos llegó el 14 de Diciembre de 2015
  • El examen de ciudadanía fué el 11 de Enero de 2016
  • La notificación para asistir al acto de juramentación fué recibida el 9 de Febrero de 2016
  • El acto de juramentación el 20 de Febrero de 2016

Y ya! Listo! Canadienses al fin…

Bueno, Venezolanos-Canadienses. Porque como lo dijo el juez en la ceremonia: la herencia, el gentilicio…ese corre por nuestras venas, no importa la nacionalidad en el pasaporte.

Sobra decir que a Venezuela siempre la llevaremos sembrada en el alma, orgullosos de haber sido formado en sus valores, los cuales nos hacen quienes somos y nos acompañarán por siempre.

Ahora podemos tomar esos valores y nutrir con ellos la diversidad cultural y social de Canadá, en nuestro nuevo rol como ciudadanos en este país.

Donde ya no estamos de invitados, sino de anfitriones.

Y así comienza una nueva etapa…