Ciudananía Canadiense: Cómo prepararse para el examen

Test de ciudadania canadiense

 

Luego de enviar nuestra aplicación y recibir la carta de acuse de recibo (AOR – Acknowledge of Receipt), el siguiente paso fue tomar el examen de ciudadanía canadiense. Una prueba escrita de conocimientos sobre Canadá, su historia, geografía, sistema político y cultura.

La convocatoria para este examen nos llegó vía correo 5 meses después, a través de una carta que contenía entre otras cosas: el número de aplicación identificado con un código de barras, fecha, hora y lugar para tomar la prueba, e instrucciones sobre los documentos que debíamos llevar con nosotros ese día.

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Ciudadanía canadiense: Cómo preparar la aplicación

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¡Llegó el momento tan esperado!

La meta que como inmigrantes anhelábamos cumplir: convertirnos en ciudadanos canadienses.

“Dejar de ser invitados, para sentirnos como anfitriones”. Así lo dijo el Juez que presidió nuestra ceremonia de ciudadanía, a principios de este año, cuando juramos lealtad a la Reina de Inglaterra – no a una constitución o a una bandera – y nos convertimos por fin en ciudadanos del país que nos recibió, nos permitió ponernos cómodos, hacer de él nuestro hogar. Un país que también se tomó el tiempo de conocernos, ponernos a prueba y convecerse de que si nos merecíamos ser llamados “canadienses”. 

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Ante la duda, busca a los que saben

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Cuando empecé este blog por allá en el año 2010 lo hice con un objetivo en mente: contar nuestros pasos en el largo proceso de emigrar a Canadá. Un proceso que para nosotros llevaba varios meses andando y para ese momento era nuestro secreto mejor guardado. Así que pensé  que tenía que documentar la experiencia para cuando nos tocara contarles a todos lo que estábamos tramando tras bastidores.

Un tiempo después, Internet hizo su magia y ahora nuestro blog es leído por muchísima gente de varios continentes. A todos les agradezco infinitamente que hayan dispuesto de su tiempo y atención a leer lo que cuento aquí (a veces interesante, a veces no).

Actualmente muchos lectores llegan a Del Calor al Frío pensando que encontrarán las respuestas a sus dudas sobre como venirse a vivir a Canadá. En ese caso, es probable que este blog los decepcione un poco ya que el Programa de Trabajadores Calificados (conocido como «Fast Track«) que menciono en mis artículos y a través del cual aplicamos en 2010, ha cambiado tanto en estos años que ya no son ni los mismos criterios, ni las mismas condiciones y hasta los formularios son diferentes. Para colmo, en 2015 el gobierno canadiense va a re-lanzarlo con un nuevo nombre : “Expression of Interest”.

Recibo muchos (a veces demasiados) correos pidiéndome ayuda para emigrar a Canadá. Algunos dicen que apenas están considerando la idea, otros confiesan que quieren venirse, sea como sea. La realidad es que no puedo hacer mucho más que ofrecerles mi humilde opinión, basada en mi experiencia como inmigrante.

Es cierto que nuestra aplicación la preparamos nosotros, con mucho esfuerzo y paciencia, incluyendo los trasnochos dedicados a revisar y entender el website de Inmigración Canadá. Teníamos miles de dudas, las cuales disipamos a punta de sentido común, leyendo y leyendo, preguntando en foros, redes sociales y a amigos y conocidos que andaban en lo mismo.

Pero no todos piensan como nosotros. Algunas personas sienten la necesidad de recibir una orientación calificada en su plan migratorio y la certeza que eso les brinda. A veces son personas que no tienen mucho tiempo para leer, porque están ocupadas produciendo el dinero para emigrar.

Para esos casos, existen los Consultores de Inmigración, profesionales calificados y avalados para ejercer esta función a través de una licencia que les otorga el organismo regulatorio canadiense (ICCRC). Aunque no son imprescindibles, son los únicos que pueden ofrecerles una asesoría profesional de calidad.

Eso sí, por favor…no se vayan con cualquiera. En este ambiente existe mucha gente jugando con sus ilusiones de querer estar mejor y probablemente les hagan perder dinero y el tiempo que no tienen.

Si van a confiar en alguien para que los guíe en su emprendimiento, pues que sea el mejor. Y “al mejor” yo lo conozco y se los puedo recomendar. Se trata de un profesional que vive y respira el tema de la inmigración, que se está actualizando constantemente y se ha dedicado en los últimos años a entender el panorama migratorio canadiense y las necesidades de quienes quieren emigrar desde países como los nuestros. Son honorarios profesionales en los que vale la pena invertir, después de todo, se trata de un enorme cambio en sus vidas.

Si llegaron a este blog porque tienen curiosidad por saber cómo es eso de emigrar a Canadá, aquí se van a enterar de nuestras peripecias con el clima, el idioma, la adaptación, las anécdotas familiares, lo que se aprende y desaprende. Como me gusta investigar y contar las cosas de manera sencilla, he escrito también sobre algunos trámites importantes que nos ha tocado hacer como recién llegados: obtener los documentos de identificación,  conseguir colegio para los niños, buscar trabajo, alquilar una vivienda

Si lo que requieren asesoría y orientación profesional para emigrar a Canadá con todas las de ley, les invito a que me escriban y con mucho gusto los pongo en contacto con el Consultor de Inmigración que los acompañará en su plan.

Para todo lo demás, les dejo mi humilde blog: Del Calor al Frio.

Y de nuevo: Mil gracias por leerme!

¿Listos para un nuevo comienzo?

Llegó la primav1020485888_6b3d934046_zera… esa maravillosa época del año cuando la nieve se va borrando del mapa, el frío ya casi es historia y Canadá se prepara para darle una bienvenida más cálida a sus nuevos inmigrantes. Muchos eligen la primavera y el verano para llegar con sus familias a iniciar una nueva vida con visa de residentes en mano. Esos mismos que en este momento deben estar como estuvimos nosotros hace un par de años: en un corre-corre continuo, abrumados entre planes y diligencias y con la fecha de landing casi encima. (Sobre)viviendo en su país de origen, pero con la mente puesta en Canadá y sintiendo como los días pasan cada vez más rápido.  Me estreso de solo recordarlo…

Son momentos donde la cabeza se llena de dudas… «¿cómo será la ciudad?, ¿tendremos un supermercado cerca para comprar comida al llegar?, ¿podremos activar nuestros celulares allá?»  Pensando en eso, me pareció una buena idea hacer un resumen de las entradas que escribí acerca de la planificación y preparación del viaje, nuestra llegada a Canadá y lo que vino inmediatamente después.

La planificación

Una vez que tuvimos la certeza del sellado de nuestros pasaporte, comenzamos a planificar la partida. Aunque teníamos unos 6 meses por delante, igual no fueron suficientes… así que nunca es demasiado temprano para comenzar.  Además, descubrimos que emigrar es un trabajo de medio tiempo. Con tantas cosas por hacer y una fecha marcada en el calendario, hay que dedicarle una buena parte del día.

Para calmar un poco nuestras inquietudes, investigamos todo lo que pudimos sobre la ciudad donde íbamos a vivir: las zonas residenciales, los colegios, supermercados. Sin perder de vista  que estaríamos por empezar una nueva vida, comenzamos a ahorrar lo antes posible y  nos hicimos un presupuesto con los precios que encontramos en internet sobre el mobiliario básico,  planes de telefonía celular, artículos del hogar y electrónicos, etc. (los enlaces de Walmart.ca y CanadianTire.ca estaban en nuestros favoritos). Así logramos tener un estimado en dólares de lo que íbamos a gastar en nuestro «settlement», lo cual afortunadamente pudimos costear con nuestros cupos de viajero a dólar preferencial (caso Venezuela). A un mes antes del gran día, nos fue de gran utilidad planificar los pendientes en Google Calendar y reservar de una vez el que sería nuestro primer alojamiento en Canadá.

Aunque aquellos meses fueron  bastante estresantes, pudimos también ver lo positivo y valorar esa etapa que se fue volando. Luego llegó el momento de la mudanza inevitable antes de partir: dejar nuestro apartamento, vender nuestras cosas, regalar, donar,  embalar algunas cajas, en fin…

 

El landing

Preparar el equipaje fue a la vez emocionante y retador. Las maletas más importantes de nuestras vidas, las que llevan literalmente todo lo que nos acompañará en este nuevo comienzo (no se les olvide incluir lo más importante). Las nuestras las hicimos con el corazón arrugado, pensando en lo que dejábamos atrás. Pero sin mucho tiempo para ponernos emotivos, porque todo pasó tan rápido que de repente nos vimos ya montados en el avión. Y después de un largo viaje, llegamos por fin al país que nos recibiría como inmigrantes… Aquí la historia de nuestro landing en Canadá.

 

Los días siguientes

Una montaña rusa. No encuentro otra forma de describirlo. Desde que pisamos Canadá todo empezó a pasar realmente muy rápido. Teníamos un montón de diligencias por hacer, junto a la novedad de ser recién llegados a un país donde no vinimos de visita, sino a quedarnos de forma permanente. Fue así como empezamos a desarrollar de inmediato y paso a paso todos los puntos de la agenda que habíamos preparado antes de llegar:

Aquellos primeros días anduvimos para arriba y para abajo con nuestros papeles de landing y nuestros pasaportes, mientras nos llegaban las PR Cards y las licencias de manejo para usarlas como identificación. Por cierto, para casi todos los trámites piden una dirección y un número telefónico. Por eso fue buena idea asegurarnos de traer un celular desbloqueado de Venezuela, buscamos en internet un plan pre-pago económico y el amigo que nos fue a recibir al aeropuerto adquirió previamente por nosotros el plan, nos entregó la sim card ese mismo día y listo: línea celular activa en Canadá.

Luego vendría la búsqueda de una vivienda a más largo plazo, un colegio para nuestra hija, el ingreso al sistema de salud canadiense y la solicitud de los beneficios que nos corresponden como residentes de la provincia. Todas esas experiencias se las cuento en una serie de entradas acerca de lo que deben saber para emigrar a Ontario:

Para cuando ya se sientan establecidos y listos para iniciar con todos los hierros la búsqueda de empleo, les dejo mi reseña sobre un libro que no pueden dejar de leer: «Herramientas para la Búsqueda de Empleo en Canadá» de Guillermo Ziegler. Es una gran idea apoyar esta lectura con  una investigación previa de tu profesión en Canadá y haciendo mucho networking. Una nueva vida no solo implica recuperar lo material, sino también es un buen momento para construir nuevas relaciones, pero sin descuidar a la familia

Espero que este resumen sea de utilidad para los que ya están en cuenta regresiva y a punto de iniciar la etapa cumbre de su proyecto de migración. Es cierto que son muchas las cosas que hay que hacer antes de venir y luego ya como recién llegados. Pero no dejen que la emoción del nuevo comienzo los abrume. Sentirse parte de la comunidad y del país, lograr la calma que viene con la cotidianidad, es algo que se toma varios meses o hasta años. Así que: a darle tiempo al tiempo.  Emigrar va mucho más allá del landing, de hecho, es ahí cuando verdaderamente empieza la aventura…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Venir a Canadá con Visa de Estudios

Recientemente me han contactado desde Venezuela varios lectores, amigos y hasta familiares, preguntándome sobre la manera más rápida para venirse a Canadá. Entiendo su impaciencia, la situación en mi país no está fácil y muchos quieren activar o acelerar su plan de emigración lo antes posible.

Varios de ellos me plantean directamente una inquietud: venirse con visa de estudiante. Hacer un post-grado, estudiar idiomas, enviar a sus hijos a hacer aquí el bachillerato, lo que sea, mientras sirva como una vía acelerada de escape. De alguna manera tienen la percepción de que la visa de estudios es el camino más sencillo para una vida en Canadá en el corto plazo. Esto debido a que generalmente es aprobada en poco tiempo, comparada con la visa de residente. Además puede ser el primer paso para un plan que es mas o menos así:

visa de estudios → visa de trabajo → residencia → ciudadanía  

Es verdad que podría ser una vía rápida para salir del país, pero «del apuro solo queda el cansancio” como dice mi mamá. Así que me gustaría comentarles algunas implicaciones que a mi parecer tiene este plan:

  1. Es una estrategia de naturaleza temporal para alcanzar un objetivo permanente. El permiso de estudio se encuentra bajo la categoría de visas de residente temporal (Temporary Resident Visa). Una de las condiciones para obtener esta visa es convencer al oficial de inmigración de que te vas a devolver a tu país al culminar los estudios. Pero en realidad tu objetivo es quedarte de manera permanente en Canadá. Así que todo el plan comienza con esta contradicción. No está mal, es posible hacerlo, pero debes cumplir con las condiciones que te exijan al momento de aplicar. Esto incluye elaborar una «carta de intención» donde explicas porqué elegiste estudiar esa carrera específicamente en Canadá y el beneficio que estos estudios aportarán a tus planes profesionales al regresar a tu país de origen. 
  2. Necesitarás más dinero: debes demostrar que dispones de los fondos en dólares para costear al menos un año de estudios y un año de manutención en Canadá para ti y tu familia, y que seguirás manteniendo una fuente de ingresos en tu país que asegure tu capacidad económica durante la duración completa de tus estudios. La sugerencia es solicitar un permiso no remunerado en tu empleo actual o dejar algún bien inmueble en alquiler en tu país, además los ingresos que estés planeando producir en Canadá a través de un permiso de trabajo no serán tomados en cuenta. Para ampliar detalles sobre esto, recomiendo leer este artículo de los consultores de Inmigración Martineau & Mindicanu
  3. Desde el principio hay que esforzarse el doble. Llevar una vida de estudiante en un país e idioma que no son los tuyos, muchas veces en paralelo con un trabajo de medio tiempo (nunca de tiempo completo porque recuerda que viniste a estudiar, no a trabajar), es algo que puede ser bastante demandante. No solo se debe rendir académicamente, sino también destacarse en la práctica profesional para activar la fase II del plan: aprovechar las pasantías o co-op (si están incluidas en el programa de estudios) y saber usarlas como trampolín para lograr una posición fija o al menos una buena referencia laboral. Luego de graduarte, la meta es conseguir un empleo estable en una empresa que quiera tramitar tu permiso de trabajo (Work Permit) para poder extender tu estadía en Canadá. Después de 1 año de «experiencia laboral canadiense» podrás solicitar la residencia permanente a través de un programa como el “Canadian Experience Class”. Todo este plan es posible, sin embargo requiere esfuerzo de principio a fin y está cargado de mucha incertidumbre y papeleo.
  4. Tu vida en Canadá será más costosa. Con una visa de estudios no puedes disfrutar de los beneficios de ser residente, por ejemplo la educación de tus hijos no será gratuita y si están en edad escolar deberás solicitar para ellos también una visa de estudios. Toma en cuenta que las tarifas por matrícula en la escuela Elemental y Secundaria van desde los $6 mil a $14 mil al año en el Distrito Escolar de Toronto, por nombrar un ejemplo. Para gozar de cobertura médica, deberás contratar un seguro de salud privado para ti y tu familia. Tampoco tendrás acceso a otros beneficios como entrenamiento en idiomas, créditos estudiantiles o para actividades recreacionales, etc.  Si vienes de Venezuela y estás contando con la asignación de divisas que da el gobierno venezolano para estudios en el exterior (cupo Cadivi), la cantidad mensual que recibirás es de hasta $1300 por manutención (alojamiento, comida, transporte) lo cual te dará para vivir bastante ajustado y con cero lujos. 
  5.  Si vienes con tu grupo familiar y tu pareja tiene planes de trabajar mientras estudias, tiene que solicitar un permiso de trabajo. Al llegar, se enfrentará a los retos que pasamos todos para incorporarnos al competitivo mercado laboral en Canadá, que exige tener un buen nivel de idiomas y experiencia canadiense.  Si tus hijos aún no tienen edad para ir a la escuela, toma en cuenta que una día de guardería puede rondar los $40. Es probable que les salga más barato que tu pareja se quede en casa con los niños o que busque un trabajo de medio tiempo.

Mi intención no es desanimar a quienes estén pensando en venirse como estudiantes a Canadá, buscando quedarse de forma permanente. Nosotros también lo consideramos en su momento debido a la larga espera por una respuesta de la embajada, pero al ver que necesitaríamos más del doble del dinero y todas las implicaciones que les acabo de mencionar, decidimos esperar por nuestras visas de residente. Sin embargo, a muchos les ha funcionado esta estrategia. Conozco casos de personas solteras, casados sin hijos, familias con hijos pequeños y hasta con hijos adolescentes. Les ha ido tan bien, que algunos ya tienen su residencia canadiense y están en la espera para obtener su ciudadanía. Eso sí, ninguno les dirá que fue sencillo o económico.

Mi recomendación como siempre es que investiguen, lean una y otra vez la fuente oficial de información: el sitio web de Inmigración Canadá. Estén pendientes de los cambios que implementará el gobierno canadiense en las visas de estudios para Junio-2014 y si van a buscar un Asesor de Inmigración, asegúrense que esté certificado.  

Y no desesperen, que emigrar siempre será una experiencia retadora, no importa el tipo de visa. Pero podemos salir triunfantes si tenemos claro todo el panorama y nos planificamos en función de ello, blindando nuestro plan y asumiendo que el motor que lo mueve somos nosotros mismos. «Quizás no sea fácil, pero seguro valdrá la pena».